Inteligencia corporal quinestésico
Definición
La inteligencia corporal cinestésica es la capacidad de unir el cuerpo y la mente para lograr el perfeccionamiento del desempeño físico. Comienza con el control de los movimientos automáticos y voluntarios y avanza hacia el empleo del cuerpo de manera altamente diferenciada y competente.
La inteligencia corporal cinestésica es la capacidad de unir el cuerpo y la mente para lograr el perfeccionamiento del desempeño físico. Comienza con el control de los movimientos automáticos y voluntarios y avanza hacia el empleo del cuerpo de manera altamente diferenciada y competente.
Presentación
Para muchos niños y adultos los canales sensoriales de la visión y el oído no son suficientes para integrar el conocimiento ni para comprender o registrar la información. Por ello deben recurrir a procesos táctiles y cinestésicos como manipular los objetos, experimentar corporalmente lo que aprenden y así poder interiorizar la información. Desgraciadamente en la escuela tradicional no suele otorgarse mucha importancia a los procesos de aprendizaje cinestésico, debido a que se valoran otras áreas como la verbal y la matemática planteando problemas para niños con este tipo de inteligencia, a quienes no se les permite el desarrollo de sus verdaderas capacidades.
Especialmente al inicio de la infancia por medio de las experiencias sensoriomotoras experimentamos la vida e iniciamos la exploración del mundo que nos rodea, por eso podemos considerar que esta inteligencia corporal cinestésica pone la base del conocimiento.
Características
Un niño o persona adulta que posee este modo de conocer el mundo y manejar los conocimientos, se caracteriza por las siguientes actividades:
• Explora el entorno y los objetos por medio el tacto y el movimiento.
• Desarrolla su coordinación y sentido el ritmo.
• Aprende mejor por medio de la experiencia directa y la participación. Recuerda mejor lo que haya hecho y no lo que haya oído o visto u observado.
• Disfruta de las experiencias concretas de aprendizaje, tales como salidas al campo, construcción de modelos o participación en dramatizaciones y juegos, montaje de objetos y ejercicio físico.
• Demuestra destreza en tareas que requieren de empleo de motricidad fina o gruesa.
• Es sensible y responde a las características de los diferentes entornos y sistemas físicos.
Un niño o persona adulta que posee este modo de conocer el mundo y manejar los conocimientos, se caracteriza por las siguientes actividades:
• Explora el entorno y los objetos por medio el tacto y el movimiento.
• Desarrolla su coordinación y sentido el ritmo.
• Aprende mejor por medio de la experiencia directa y la participación. Recuerda mejor lo que haya hecho y no lo que haya oído o visto u observado.
• Disfruta de las experiencias concretas de aprendizaje, tales como salidas al campo, construcción de modelos o participación en dramatizaciones y juegos, montaje de objetos y ejercicio físico.
• Demuestra destreza en tareas que requieren de empleo de motricidad fina o gruesa.
• Es sensible y responde a las características de los diferentes entornos y sistemas físicos.
Sugerencia de actividades
El aula y el hogar como ámbitos físicos de aprendizaje. En la medida de lo posible el educador —ya sea padre o maestro— pueden diseñar zonas y cambiar de sitio el mobiliario para satisfacer las necesidades táctiles y de movimiento de los niños, proporcionándoles así la oportunidad de desplazarse de un sitio a otro, para que puedan estirarse, moverse y mantenerse activos.
Lo ideal sería que cada niño en el aula pudiera tener zonas de entrada, de trabajo, de depósito de materiales, de exhibición, de biblioteca, de descanso y de movimiento, pero aunque el espacio sea muy pequeño siempre quedan recursos para que cada niño desde su lugar y mesa de trabajo pueda estirarse, hacer ejercicios de brazos, darse vueltas , balancearse, etcétera.
El aula y el hogar como ámbitos físicos de aprendizaje. En la medida de lo posible el educador —ya sea padre o maestro— pueden diseñar zonas y cambiar de sitio el mobiliario para satisfacer las necesidades táctiles y de movimiento de los niños, proporcionándoles así la oportunidad de desplazarse de un sitio a otro, para que puedan estirarse, moverse y mantenerse activos.
Lo ideal sería que cada niño en el aula pudiera tener zonas de entrada, de trabajo, de depósito de materiales, de exhibición, de biblioteca, de descanso y de movimiento, pero aunque el espacio sea muy pequeño siempre quedan recursos para que cada niño desde su lugar y mesa de trabajo pueda estirarse, hacer ejercicios de brazos, darse vueltas , balancearse, etcétera.
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